luns, 31 de decembro de 2012

rara navidad


No tengo que decir a nadie que estamos en fechas señaladas. Sin embargo, ¿por qué es tan rara esta navidad?.
Yo ya contaba con que mis navidades fuesen raras. Ya de por si, son unas fechas que, aparte de las reuniones con la gente a la que quieres y a poder ser, para compartir algo de comida y/o bebida, a mi no me gustan mucho. Ahora, quizás porque volvemos a tener infantes en la familia, ya las tengo algo más de cariño. Pero si, yo contaba con que mis navidades fuesen raras, la ausencia de mi padre, que no sean en casa de mi madre sino en la mía, que tengas que trabajar horas extras para cerrar el año, que.....
¡Pero que le ha pasado al resto del mundo?. ¿Dónde están las mil y una luces de colores de las calles? ¿Los cansinos villancicos de las calles? ¿Los papanoeles que daban caramelos a los niños y niñas? Esos mismos papanoeles que el día 25 de diciembre se convertían en reyes magos. Los escandalosos escaparates que cegaban los ojos desde el mes de octubre.
La crisis contestareis, con toda la razón del mundo. El año pasado, había ya crisis, y aún hubo navidad. Este año, se parece una de esas películas americanas que cuentan como el espíritu de la navidad desaparece. Claro que cuentan también, como un héroe (creo que nunca una heroína) sea ángel, papanoel, un fantasma bondadoso, un duendecillo,... salva ese espíritu y la navidad vuelve a brillar en esos árboles, que este año echo de menos tras los ventanales de las casas con sus luces intermitentes. Porque si, no veo árboles, ni los dichosos papanoeles escalando por los ventanales de las casas, todos encharcaditos de las lluvias (que estas si que no han faltado a su cita), indispensables en las navidades de mi tierra. ¿Quién salvará a las navidades de la crisis? ¿Dónde se ha escondido el héroe, que si fuese heroína seguro que no se escondería?
Son unas navidades raras, porque no se ve que sean navidades. Tanto es así, que no tienes el caralibro lleno de mensajitos y etiquetajes en miles de fotos de miles de conocidos. Cientos de correos electrónicos postalitas, la mayoría divertidas e ingeniosas, otras mejor no calificarlas. Decenas de sms, ni siquiera esos uasapes (léase whatsapp) de cadena tan pesados, incluso de números de contactos que borrastes porque ya no tienes contacto. Ahora tienes eso, con perdón si ofendo, en su justa medida.
Creo que ya he confesado en otros años que no me gusta la navidad, sin embargo, en esta rara navidad, la echo de menos.

            FELICES FIESTAS A TODAS Y TODOS!!!

                                Y FELIZ





 

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