xoves, 25 de xullo de 2013

Triste noite en Santiago

Hoy tendría que ser una gran noche en Santiago de Compostela. Es la noche donde la catedral se llena de luces de colores, música y fuegos artificiales y la fiesta se alarga toda la noche y, a veces hasta parte de la mañana siguiente. Pero hoy, la noche se nos cubrió de luto. Un tren se descarriló cerca de la ciudad, y como seguro muchos sabreis los fallecidos han ido aumentando a través de la noche, a esta hora han dicho que ya son 65. Y todos los heridos/as, y como no sus familias.
En las noche como estas, en mi casa no reunimos los amigos y amigas, para cenar y tomar algo antes de salir de fiesta. Hoy me encontraba haciendo algo de comer cuando un wasapp me comentó la noticia. Comencé a buscar un canal de noticias que me confirmara tal suceso, y de pronto ves los vagones, la gente, la policía, los bomberos, y los recuerdos. De pronto, también comprendí porque oía tantas sirenas detrás de mi casa. Seguí cocinando oyendo por detrás las noticias, llamando a mi madre, que viaja mucho por esa línea en ese tipo de trenes. Noticias de que se cancelaban las fiestas, noticias de que el centro de transfusión estaba saturado de personas que iban a donar su sangre, noticias de que los vecinos ayudaban con mantas y traslados de heridos, noticias de como aumentaban las víctimas. Mis invitados iban llegando, y la alegría de noches como esta, se nos tornó de pesar y de recuerdos de otras tragedias. Hoy no ha sido una noche de 24 de julio como la de las demás, la tragedia torno de negro las luces, la música y los fuegos artificiales.

P.D. Mi mas sincero pésame a los familiares de las vítimas.

mércores, 3 de xullo de 2013

bienvenida al club del Sintrom

Y al fin llegó a mi vida el Sintrom. Me negué un par de veces a que me pautaran tal tratamiento, que si había opciones al mismo, lo prefería, así que hasta hace poco menos que una semana iba tirando con el ácido acetil salicídico, vamos, la aspirina de toda la vida, pero eso ya parece ser que no llega.
Os preguntareis porque me negaba a tal tratamiento, muy fácil, soy desastre con las pastillas. Y ahora no tanto, gracias un aparato llamado móvil, al que le puedes poner miles de alarmitas con miles de notitas, que si no, uffffff.
Aún no sé si la calidad de mi vida mejorará con el Sintrom. Llevo muy pocos días, y todos ellos pinchándome Clexane. El cardiólogo solo dijo que el me daba cuatro, y ya llevo unas cuantas más. Bueno, se lo puedo perdonar por guapo. Aún así, la dosis aún no está ¿compensada?, la verdad no encuentro la palabra, así que ahora mi barriga, parece la de un yonqui, llena de pinchacitos y moratones. Me lo podría tomar con humor, como todo, pero odio los pinchazos subcutaneos (e intramusculares). Me lo podría tomar con humor, pero he tenido que aprender a autoinyectarme, porque vivo sola. Me lo podría tomar con humor porque solo es mientras la dosis de Sintrón no sea la adecuada, pero en cualquier momento se puede descompensar y volver a tener que autopincharme la dichosita heparina. Si, me lo podría tomar con humor, pero no me dá la gana porque aún estoy cabreada. Ya no era yo de querer Sintrom, pero sabiendo esto, ... menos. De todas formas no me queda otra, ya estoy dentro, ya tomo Sintrom, ya estoy anticoagulada.
¿Sabeis cómo he llegado a esta situación?, con la operación del cambio de marcapasos. Una operación para reparar un marcapasos cuyo cable no iba bien, me ha llevado a que pertenezca al club del Sintrom.
 

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