luns, 9 de novembro de 2015

camino de los 40

El 23 de octubre he cumplido 39 años. Cada vez que cumples el último año de una década, tu cabeza va directamente a pensar que ya cambias de número en las decenas, y te parece de pronto que en vez de cumplir un año más, envejeces la década de golpe, cuando han pasado los diez años de la treintena, a la misma velocidad que los de la veintena y, que pasarán, a la misma que los de la cuarentena. Pero tu cabeza es así, y piensas: "Dios! Para o ano xa teño cuarenta". Aún no, me falta poco menos que un año.
Desde que tengo un poco de uso de razón (nunca tuve mucho), no suelo pensar en la vejez. Siempre digo que no creo que llegue a la jubilación, y menos ahora que es más tarde. Eso sí, si llego y puedo FIESTÓN. Mi lema es año vivido, año vencido. 
Cuando durante toda tu vida te dicen que no saben como va evolucionar tu cardiopatía. Que pasas de ser una niña que igual no llega a la adolescencia, y luego llega a la juventud, y estás en plena madurez, porque vas tirando, la ciencia avanza y tu salud te respeta. Pero siempre tienes presenta eso de que en cualquier momento todo puede cambiar, un giro de salud y tienes que tomar medidas, ¿y qué?, pocos daban algo porque cumpliese 39 años. Si llego a vivir otros tantos llego a la jubilación, ¿os imaginais? Algunas personas se estarán echando las manos a la cabeza solo con pensar aguantarme tanto tiempo, jajaja.
No solo yo, creo que todas las personas deberíamos vivir el día a día, cada día, sin pensar si vamos a llegar o no, y una vez que cumplimos años, decir: "AÑO VIVIDO, AÑO VENCIDO"
 

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