xoves, 8 de decembro de 2011

vacaciones

Como dije en el grupo del caralibro (como siempre léase facebook), el domingo pasado, 4 de diciembre, el blog cumplió un año. No existe entrada de celebración debido a que el domingo llegué a casa a las diez y pico de la noche después de haber aterrizado de un avión que me había traído de vuelta de mis segundas vacaciones de este año. Como comprendereis a esas horas y considerando que al día siguiente ya tenía que madrugar para reincorporarme a mi trabajo no me apetecía mucho ponerme a escribir en el blog. Espero que sepais disculparme. Claro que algunos direis: "¡pero niña!, desde el domingo...". 
Bueno en las vacaciones, en los viajes, pude desconectar un poco del mundo, pero aparte de unos regalitos, unas foticos, y buenos momentos con grandes personas, me traje una tos que aún hoy no ha dejado de darme la lata. Es de esta tos bronquial que cada vez que te da un ataque tienes ganas de morirte, y con perdón, te cagas en todo. Recurres al jarabe de turno y a los remedios caseros de tu bisabuela, la abuela, tu madre, y las bisabuelas, abuelas y madres de tus amigas, vecinas y demás mujeres que se encargan de darte los remedios caseros de toda la vida. 
Uno de esos remedios son los famosos vapores. Consiste en hervir una gran pota/olla de agua, a poder ser con hojas de eucalipto o menta, o otras que según bisabuela, abuela, madre recomiende, y después asomar tu cara y inhalar el vapor. No está mal el remedio, considerando que desaparece la congestión y vuelves a respirar de nuevo, se suaviza la garganta y no toses. Este remedio tiene un inconveniente: solo efectos paliativos a los síntomas a corto plazo, es decir, que a las dos horas estás igual. Otra cosa que no me gusta de este remedio, por eso intento no usarlo, es que me recuerda a los aerosoles que nos daban en el hospital cuando te operaban. Yo no sé si siguen aún haciéndolo, pero de aquellas, se pasaban dos veces al día a que nos tomáramos quince minutos (creo recordar) que parecía una eternidad, por cierto, de aerosoles. Unos humos que salía de una máquina mediante un tubo que te ponía delante de la nariz boca para que respiraras. La verdad que el olor no era desagradable, sino más bien lo contrario, pero la sensación de calor acuoso, esas gotitas que se te pegaban a la carita, uffffff. Tú intentando mirar en un despiste de tu madre para otro lado, y tu madre que ya te giraba la cara con un movimiento firme y una mirada de "ni se te ocurra niña que si no te vas a enterar". Pero lo peor siempre estaba por llegar, porque los aerosoles son efectivos, y en nada, estabas ya tosiendo y arrancando todo el moco malito de tus bronquios, eso todo con la sensación del sudor de la cara y que cada vez que tosias te tiraban las 52 grapas del pecho (en mi caso claro). Ahora, cuando terminabas, ibas a jugar con otro afán ya.
Bueno, que me lío, que os iba a contar el viaje de mis vacaciones.

madrid-alcobendas
¿Como no iba aprovechar mis vacaciones para ir a Madrid a casa de mi hermana y ver a mi ahijado? Seguro que lo dabais por supuesto. De ese tema, deciros que se me fastidiaron un poco mis planes, porque pensaba vivir la vida madre de vacaciones, y el primer día ya tuve que hacer de niñera porque el nene se puso malito y no pudo ir a la guardería. Aparte de eso, de babarme con el nene, darme unos paseos, ir a un curso del trabajo que no podía perderme (momento laboral en mis vacaciones), de seguir babándome con el nene, en Madrid, bueno, en Alcobendas (el pueblo donde vive mi hermana) conocí a otro guerrero adulto. Me acerqué a donde vivía él y nos fuimos a tomar algo él, su chica y yo. Unas personas encantadoras, inmensamente felices, se ven que está compartiendo una vida plena dándoles igual los reveses que unos tras otros les llegan. Me dijo que los últimos días estaba genial, que tenías sus miedos por el futuro pero que estaba ilusionado y que nunca dejaría de luchar.
Me encanta conocer este tipo de personas. Siempre optimistas, con unas amplias sonrisas y los ojos brillantes, y si vienen en lotes de dos, porque la chica que tiene es de lo mejorcito. Me he divertido mucho al conoceros y prometo visitaros las veces que vuelva de visita a casa de mi hermana. Biquiños.

barcelona-masquefa
En Madrid poco más hice que visita familiar, pero después de pasar una semana, cogí un AVE a Barcelona para pasar un largo fin de semana visitando a una vieja amiga y encontrarme con otras viejas y nuevas amigas. Mi amiga, actualmente vive en una casita en un pueblo a unos 46km de Barcelona (creo) que se llama Masquefa. No me costó nada a mi aprenderme el nombre (léanlo en tono irónico). En la casa, aparte de vivir mi amiga y su pareja, lo hacía una perrita y once gatas y gatos, si si, once, que trepaban por los arboles que no veais, os deja una fotico de prueba. Yo, que reconozco que soy poco amiga de los animales, sobretodo de los perros y perras, me encontraba divinamente en aquella casa, me dió hasta penita marcharme de allí.
En Barcelona me fui a conocer a uno de los responsables de la asociación de Corazones Atendidos. Después de unas cuantas llamadas para acertar de lugar, bastante escondido por cierto, conseguí llegar. Compartimos una charla de poco más de una hora muy interesante sobretodo, a lo que llegamos a un par de conclusiones en temas que  en algún momento tocaré en el blog.
El resto del fin de semana en Barcelona, me lo dediqué a comer, a descansar, a comer, a descansar, a comer, a descansar,.....

Estas son mis vacaciones. Dos destinos, donde conocí a dos persones afines al tema de las cardiopatías congénitas.

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